Private xxx chicas

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A esta playa va mucho alemán, mucho ingles, mucho suizo. Mar, sin ir mas lejos, no para de hacer comentarios de cómo están, imagínate -¿Y a ti no te molesta? Simplemente, a veces, nos apetece ponernos en bolas en la playa.

Aquí, en nuestra piscina, lo hacemos siempre cuando estamos solos.

Como se veía que Silvia estaba incómoda con la conversación, cambiamos de tema.Para nosotros hacían una pareja perfecta, y nada nos hizo pensar nunca que se estaban alejando hasta llegar a la ruptura final.La sospecha de una tercera persona, por parte de él, parecía más que una posibilidad, por la forma extraña en que su novio le dijo que necesita tiempo para reflexionar y que era mejor que, de momento, dejaran de verse.A tus 32 años eres una mujer mucho más interesante, tienes una conversación muy agradable, sabes lo que quieres. No te ofendas, pero creo que me cortaría mucho contigo. Si te decides, vienes, y si no, pues nada, ya se verá mañana si te apetece. Sus pezones empezaron a retraerse, hasta quedar completamente enhiestos. La tercera copa, y Silvia ya tenía un puntito muy interesante. Y después de una risas y una conversación intrascendente, nos dijo: -Joder, estoy cachondísima, más que una perra en celo.Si te comparas con tu época de veinteañera, has ganado. Creo que mis comentarios contribuyeron a subir su ego. Con Mar, no, pero contigo delante, creo que me moriría de vergüenza. Yo entré en la ducha y las dejé hablando a las dos. La verdad, aunque sabía que había alguna posibilidad de que accediera, siempre fue demasiado indecisa como para hacer algo así. Tenía los ojos cerrados, y eso me daba la oportunidad de admirar su cuerpo. En ese momento, entro mi mujer en el baño, vestida, y corrió la mampara -¿Qué tal? Tanto tontear con el chico este, casi tres meses sin hacer nada de nada, y encima, este Jaime se me pone a hacer un numerito en la ducha.